domingo, 27 de noviembre de 2011

LA MARQUESA


      
                                                          LA MARQUESA
      

      Cierto  día,  una señora sale alarmada para la iglesia, para decirle al sacerdote, que dentro de su casa hay algo raro, que las cosas de la cocina vuelan por todos lados, y que no sabe que es.
                El sacerdote muy preocupado, por lo que le comento la señora, acude a la casa de está, para ver que sucede.
               Cual seria la sorpresa del ministro de la iglesia, que sin ver a nadie, vio y sintió como un florero  lo lanzaban  por los aires.
              El impresionado, busca ayuda con otro sacerdote, que era estudioso de los fenómenos paranormales.
Y deciden ir a la casa de la señora, para presenciar lo que pasaba, cuando el sacerdote entra a la casa, un olor de rosas y jazmín los recibe, luego se les presenta una hermosa mujer, que salió del patio.
             Esta hermosa mujer, les pregunta. - ¿Qué van a buscar?
  Ellos  atónitos le responden, - ¿Tú quién eres?
            Ella responde,- la dueña de esta casa, hace muchos años que vivo aquí, yo soy la marquesa D´Elai.
Y como osan ustedes profanar mí descanso.
 Ellos le responden,- que esa casa es de una humilde señora viuda, que no posee mas vienes que esa casa, y que la habita desde hace 40 años.
            La mujer enardecida comienza a pegar gritos y a tirar cosas encima de los dos  clérigos, quienes en forma violenta salieron de la casa.
            Muy  interesado uno de los sacerdotes, comienza a investigar, cual era el origen de esos terrenos y descubre, que realmente pertenecieron a una  marquesa  D´Elai, y que se remonta su origen a doscientos años.
           El Sacerdote, una vez que conoce el origen de los terrenos, se dirige nuevamente a la casa de la mujer, para contarle su descubrimiento, pero no la consigue, ya que tuvo que mudarse a casa de una comadre, porque  los fenómenos, no permitían que nadie estuviera tranquilo en el lugar.
          El sacerdote, que estudia el caso decide entrar,  a la casa de la viuda y nuevamente el olor a Rosas y Jazmín lo bañan con su aroma.
  Se le presenta  el espíritu de la marquesa, y le pregunta,- ¿que  la  ata ha este lugar?,
 Esta le responde, -que tiene un dinero y unas joyas enterrados, y que tiene que dárselos a alguien, pero que la persona, tiene que darle a cambio otra alma, para que quede en su lugar.
El sacerdote, comienza  a intercambiar palabras con la muerta y llegan a un acuerdo. 
 Le dijo, donde estaban las joyas, con una condición, que tenia que hacer nueve misas, y repartir el entierro, con nueve personas pobres, y que si no cumplía el pagaría por eso.
-Así fue, el sacerdote saco el entierro, mando hacer con varios  ministros las misas, pero no repartió las joyas con los nueve pobres.
En forma extraña, el sacerdote murió. Y comentan las personas que pasan por el lugar, que ven a un sacerdote, cavando en noche de luna llena, en el patio de la casa parroquial.

         
           .                                                

No hay comentarios:

Publicar un comentario