sábado, 15 de enero de 2011

EL ENAMORADO

Por eso de los años cuarenta, se desarrolla está historia que hoy les narro. Los personajes de nuestro cuento, solo ustedes le pondrán sus nombres. Yo en cambio, los llamare Ignacio y Virginia. Ignacio, un muchacho humilde de muy buena familia, trabajador y estudioso. Virginia, hija de un rico hacendado, criada con todas sus comodidades, una niña que los prejuicios sociales, los tenia muy marcados dentro de su formación familiar. Ignacio enamorado solo de está bella muchacha, se acerco para declararle su amor y la muchacha toda arrogante le contesto, que no le gustaban los negros y mucho menos pobretones. Ignacio, no conforme con está respuesta, fue en busca de un brujo muy famoso del lugar, y le mando hacer un trabajo de hechicería, para que la muchacha le correspondiera. Paso el tiempo y el desesperado muchacho, no veía resultado alguno, al contrario, Virginia más lo despreciaba, este regresa donde el brujo, quien le entrega una pócima para que la riegue al entrar de la casa de la muchacha. Ignacio desesperado decidió, quitarse la vida al píe de la ventana de la casa de Virginia La llamo tres veces y cuando ella salió, para ver quien la llamaba, el le dijo yo no puedo vivir sin ti. Y sin pronunciar palabras, se tomo un líquido que llevaba en el bolsillo de su pantalón. Desde ese preciso momento, Virginia perdió la razón, entrando en una locura que nadie, supo porque su origen. Los vecinos del sector comentaban, que escuchaban todas las noches a un hombre gritando y llorando de amor y nunca lo veían, ya la gente aterrorizada, no pasaba por el lugar después de las nueve de la noche. Pasado un tiempo, la familia de Virginia cansados de buscar remedio para el mal de la muchacha, deciden recluirla en un centro de salud mental. Un buen día, una amiga de la familia se acerca para informarles que en un centro espiritista, esta llegando un mensaje para ellos, que el espíritu que baja, pide que sea la madre que valla para hablar con ella, para darle la formula, de cómo curar a su hija. Así fue, la madre de Virginia acudió y cual seria su sorpresa, que el espíritu que quería dar el mensaje, era Ignacio, quien pidió perdón por el daño causado, y mando el remedio que curaría a Virginia. Desde el mismo momento de la curación de Virginia, no sintieron más al hombre que después de las nueve de la noche, lloraba por el lugar, llegando así, la tranquilidad para la familia de Virginia y el descanso eterno del alma de Ignacio. MACONDO, 15/09/03

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